Se recomienda a diabéticos, embarazadas y mujeres en período de lactancia
Como habréis podido comprobar, la leche de almendras es bastante nutritiva y la pueden consumir los celíacos, los alérgicos e intolerantes a la lactosa y los alérgicos a la proteína de leche de vaca. Además, se recomienda a embarazadas y durante la lactancia y también a los diabéticos (siempre que no esté sobre-endulzada, ojo!).

Y sí, fue por este motivo por el cual saltaron mis alarmas y empecé a fijarme en las etiquetas de los envases. Resulta que un día compré una leche de almendras de una marca diferente y cuál fue mi sorpresa cuando la probé y me resultó extremadamente dulce. Fue entonces cuando miré la etiqueta y de paso consulté las de otras marcas, llegando a dos conclusiones:

Claro que las marcas ecológicas tienen unas proporciones más saludables, pero entonces el precio del brik se eleva bastante, llegando hasta los 2,50 €.

Así que me puse a investigar y encontré un montón de recetas para hacer en casa, llegando a mi bebida de almendras ideal tras varias pruebas. Por supuesto, la voy a compartir con tod@s vosotr@s y espero que os animéis a intentarlo, el resultado os aseguro que merece la pena! ;)

Ingredientes para 1/2 litro:

0,5 L de agua / 80 g almendras crudas
Para endulzar: 2-3 dátiles ó 1 cucharada de miel/agave o medio plátano maduro, etc.

Normalmente se suele usar una proporción algo mayor de almendras (un 25% frente a al 16% que utilizo yo), pero en mi caso prefiero que quede un poco más aguada, ya que estoy acostumbrada a la leche desnatada.


Paso a paso:

1. Poner a remojo las almendras de 2 a 12 horas, yo suelo dejarlo por la noche y así por la mañana ya está listo.
2. Batimos medio litro de agua limpia, las almendras y lo que usemos para endulzar. En mi caso utilicé 3 dátiles no muy grandes, pero podéis poner un poquito de miel, agave, un cachito de plátano maduro, azúcar de caña o stevia (ideal para reducir al máximo los azúcares).
3. Colamos la mezcla. Yo uso un colador convencional porque no me molesta que haya pequeños "tropiezos", pero para tener una leche totalmente líquida, tendríais que volver a pasarlo por un filtro de café o colarlo desde el principio con un colador de tela. La masa sobrante la podemos dejar que se seque y utilizarla como harina de almendra para hacer bizcochos o galletas.
4. De manera opcional, se puede aromatizar con una gota de esencia de vainilla de la que se usa en repostería.

¿A qué no os imaginabais que era tan sencillo? El resultado da totalmente el pego, parece la leche de toda la vida, con la ventaja de que no es tan pesada al estómago, nos aporta mayores beneficios nutricionales y está riquísima.

Os invito a que la hagáis en casa y me digáis qué os ha parecido, ¡seguro que os gusta!


Un besito! Hasta pronto! ;)